martes, 11 de marzo de 2025

Con los brazos rotos y sin beso

 

Foto propia. Guanacaste. Costa Rica. Playa Cuenca


Con los brazos rotos y sin beso


                                                A cada Odiseo y a cada Penélope

Vas a venir a verme,
como era el plan:
en lunes y a las 7.

Te voy a esperar quieta,
vas a venir a verme con tus brazos fuertes,
con tu halo caliente brillando
desde el hueco silencioso de tu vientre,
hasta tus oídos sordos: yo esperaré
quietamente.

Así como espero el día: quieta,
sin ir a ningún lugar para encontrarlo,
sin soñarlo para que aparezca,
vas a venir a verme,
como era el plan:
¡en día lunes y a las 7!

Estaré llena de mariposas en la garganta,
y con silbidos por el pelo,
estaré quizá ansiosa de sumergirme
por todas las rayas de tu cuerpo.
De refrescar me, con ello,
de haberte esperado:
tan quieta, tanto tiempo.

Tus manos fuertes vendrán a verme,
mis mariposas saldrán a recibir tu cuerpo,
y mis silbidos irán por entre tus ojos abiertos,
los ojos que traes de ángel muerto.

Traerás tus brazos cansados,
¿quizá fuera por el invierno?
estarán contigo tus manos fuertes,
¿secuestradas de tanto trabajo seco?
vendrás a verme como era el plan:
en lunes y a las 7.

Traerás contigo tus brazos,
mis mariposas huirán:
por sobre tus hombros caídos
de tanto esfuerzo...
enmudecerán mis silbidos,
por entre tus resuellos;
y me diré en silencio
¿qué ocurrió?
¿¡ Pero, cómo te han devuelto!?
con los brazos rotos,
para sostener el alba,
o aún el rocío tibio,
que mana todavía,
de los arroyos de mi cuerpo.

lunes, 10 de marzo de 2025

A solas y sin nadie

 

Foto propia. Guanacaste. Playa Potrero

A solas, sin nadie

Me sueño tus manos ahora,
son grandes y firmes,
desperdiciándose
por las herramientas del hastío
que carcomen nuestro tiempo:
del teclado, al mouse,
del teléfono y al escritorio.

Me sueño tus ojos,
encapsulados,
mientras mueren sin opción
entre la pantalla y tus lentes,
y la vida que se pasa
detrás de tu mirada que lee
las verdades más irremediablemente
pasajeras,
en las filas de una hoja de excel.

Me sueño tus labios,
estarán secos, en este calor,
de marzo...
serán temblorosos, 
o sabran a fresca menta.

Mis propias planillas de excel
quedan sin ser leídas,  mientras
me digo ¿a dónde existes?
cómo existes, con quién...
por cuánto tiempo
será que existirán mis preguntas,
caminando por tu piel ajena.

Repentinamente, solo tengo una respuesta
tus manos, y tu piel:
ya me tocaron el cuerpo por dentro,
sin saberlo,
y tus formas me bañaron el vientre,
en este viernes, que tampoco
me llevará más cerca tuyo,
de lo que me lleva un añejo
pecado de pensamiento, 
un pecado de esos,
que hace años había perdido
la voluntad de cometer
pero que tu cuerpo todo,
de un golpe hoy me los ha vuelto.

2020

Cenizas ajenas

Foto propia. Playa Grande. Guanacaste.

Cenizas ajenas

Vienes a mí con enojos,
como si te hubieran tirado
ceniza en tus mejillas,
en la frente,
y por todos los escondrijos.

Te han dicho palabras inútiles,
estériles, violentas,
y te han manchado con ellas
tu tierna cara,
te la llenaron de ceniza.

Llegas hasta mí,
frustrada de tanta ceniza ajena,
de la injusticia 
de que te hayan manchado tu cara linda,
y ahora sé que puedo
prepararte las telas blancas,
sacar el agua limpia,
acompañarte mientras te lavas vos.

Ya sé que no debo limpiar tu rostro,
que solo vos,
tenés que retirar esa ceniza ajena,
que mi tarea es acercarte las herramientas,
que nos ves por tanta ceniza ajena,
llevarte las manos a las suaves telas
y acompañarte mientraz vos
retiras esa ceniza ajena 
que salpicó temporalmente 
tu bondad, tu alma buena.

sábado, 8 de marzo de 2025

Quiero querernos

 

Foto de Lyn. Remitologización de las diosas.2024


Quiero querernos

2019


Decirte te quiero es fácil,
como toda media verdad
dicha del pecho para afuera,
decirte te quiero
es apuntarme con la pistola,
jugando a la ruleta rusa,
pero sé mis opciones desde que tomo aire,
para decírtelo... En cambio

Si te digo: quiero que nos queramos,
que nos queramos bien,
te pido un milagro a voces,
parece que rezo a alguna diosa olvidada
para que nos haga diosas nuevas,
y que de aquí para adelante
creemos un mundo nuevo,
con suficiente brisa, mar y cielo
para tus pies ligeros
y mis manos hábiles.

Si te digo: que nos queramos bien,
es una plegaria a tus antepasados y a los míos,
para no repetir sus viejos errores bobos,
sino para crear un mundo nuevo,
a la medida de tus alas que quieren volar cada mañana,
y de mis brazos que adoran nadar sin tiempo.

Si te digo que nos queramos bien,
es una propuesta para que ese mundo nuevo,
tenga muchas puertas para salir y entrar,
porque no será el mundo nuestro, sino la alternativa que podamos fabricar para entrar y salir de vez em cuando.

Si te digo que nos queramos bien,
quiero que sepas que me gusta que estés llena de puertas por donde entras y sales a discreción,
mientras yo escribo en mi mesa,
la pregunta que no te hago:
¿Y qué si te digo que nos queramos bien?

Déjame algo

 

Foto propia. Playa Potrero Guanacaste. 2025

Déjame algo


No me importa el color de tu piel,
dime un nombre,
un nombre que me sirva para llamarte en mis noches de desespero callado y siempre a solas.

Dame un nombre tuyo o falso,
no me bañes con labios fríos de anonimato,
dame un nombre para recordarlo en los días que parecen réplicas sin sentido,
y que con ese nombre me diré que al menos un día he vivido.

Dame un nombre como una oración sagrada
 que pueda yo recitar
 en mis noches de puro insomnio.

Dime un nombre, 
te digo dime un nombre,
te lo pido casi como un gemido que te implora
que no me dejes hoy tu cuerpo hirviendo de anonimato impávido como si fuera cualquier calle innombrada en un pueblo polvoriento del Pacífico central.

No me dejes sin tu nombre para llorar por las noches venideras que desde ya me avisan 
que no estará más tu tacto en ellas...

Dime tu nombre al oído, 
libre de todo apellido, de toda estirpe
No me tires la máscara de un apodo, 
dame un nombre y sabré que todo lo sentido 
ha sido carne y llanto real,
y no apenas delirio y sueño perdido.

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