Foto propia. San José, Costa Rica. Plaza de la Cultura. Pasatiempos cotidianos
Hay días que deseo
saberte escribir un poema.
Saber cómo doblar cada verso en origami,
para abandonarlo sigilosamente sobre tu cama,
pero me atrapas:
sales de la ducha muy rápido,
o te vas a dormir más temprano.
Lo cotidiano viene tan breve:
condena al poema
a que no pueda ser escrito…
Se cristaliza el poema,
en un cotorreo inexistente,
de nieves derritiéndose pronto:
bajo este bochorno tropical del jueves.
Un poema afónico se desperdiga por la repisa.
Me resigno,
-Lo sé: el paso del tiempo es contundente, aun es jueves-
apago las luces,
-De nuevo el poema nunca será escrito-
Pero no me preocupo,
descanso,
me dejo ganar la partida por el olvido:
ya sabrá mi piel qué hacer,
mientras reposa en silencio,
entre el cuerpo tuyo
y el mío.
Poemario
Los pasatiempos cotidianos, 2019
Elena Tomillo A.