Amorosas palabras de una hija el día que nace,
para su joven madre.
Foto propia. Libreta y padmouse: un obsequio de Panamá
Hojarasca con “h” de hija
para Maristela y Sofi
para Eliza
De aquí en adelante:
seremos una hojarasca vos y yo
yo en tu vida y vos en la mía:
¡sorpresivamente juntas!
De aquí en adelante:
estaremos sorpresivamente juntas;
con más preguntas, que respuestas.
Vine a tu cuerpo,
como vos al mío: de repente,
sin tiempo para conocernos,
pero mi nombre era tuyo, antes de verte.
Daremos luchas en la misma trinchera,
algunos días, y aprenderemos a ser
amorosamente contrarias,
durante otros;
en la carrera del Vos y el Yo;
aprenderemos irremediablemente
a hacer amplios, los campos del Nosotras.
No podrás irte de mí: porque me habitas;
tus luchas de juventud las ganadas y las en camino;
son la ruta que me guardaste…
No podré irme de ti, porque te habité por largos días;
mis medallas se prenden de la tela que hiciste para mí,
sin que yo lo supiera;
pero nunca me recordarás, tus trabajos al tejerla,
porque a veces de los costos,
a cambio de las alegrías: ni te acuerdas.
No podré irme de tus manos,
oiré tus mismas palabras
salir de mi boca un día...
me sorprenderé de sabernos así: ¡tan juntas!
Cada una tan de cada una,
pero el Nosotras:
un patio secreto para jugar descalzas.
El tiempo habrá de separarnos:
¿Serán las trincheras mías,
mientras aprendes a entender?
¿Serán las trincheras tuyas, cuando yo
no quiera acompañarte?
¿Será cada una con luchas por aparte?
Nos separaremos muchas veces...
entre nosotras habrá
hombres, como habrá mujeres,
correrá agua salada con
irá indómita bajo el puente de los días
con ojos de relojes abiertos,
hasta que el final absoluto llegue:
Mi último adiós caerá suspirando, sobre tus manos ya idas.
Mis preguntas caminarán sin respuesta, por tus manos quietas.
Ese día me quedará tu nombre y el mío,
un día con una única respuesta. No te preocupes:
Lo sabré entender mamá, lo sé:
nunca nos separaremos,
porque Nuestra hojarasca: es eterna.
Poemario
Poemas Cotidianos, 2019
