jueves, 21 de noviembre de 2024

Vos-sos-voz

 

Foto propia. Curridabat


Vos-sos-voz


Me llamas por mi nombre,
y me tiembla toda la Cultura,
que me he tejido por años
para cubrirme la piel.

Me llamas por mi nombre,
como si yo pudiera llamar al tuyo,
con mis músculos casi compunjidos
de ver tu cuerpo completo,
frente a mí.

Me llamas por mi nombre,
adueñándote por 5 letras
de mis 5 sentidos:
me llevas de los ojos,
me tomas por el oído,
me humedeces el paladar
me escalofrías toda de dentro hacía afuera,
de fuera hacia adentro:
con oír mi nombre en la voz tuya,
¿quién fuera un nombre yéndose 
por tu voz, en esta noche fría?:
sentirlo, así, salir de la garganta tuya,
¡Ven prohibida jícara para beberte la vida!

Por vez primera, pensar en dejar el cuerpo,
para ser apenas un puñado de letras: rotos espejos del aire tibio suspira por tu piel,
exhala ávido en 3 notas mi nombre,
por vez única quisiera ser
ese nombre que resbale lentamente,
ser un nombre cualquiera  que pase por tus labios, para adentro;
que pasa por tus labios, para afuera.

Aquí me quedo, de momento,
esperando el día, cuando se me caerá
todo el tejido de la piel para ser apenas un nombre. 

Paso de ti

 

Foto propia. SanRamón, Alajuela

Paso de ti


Vaso amargo que refresca,
hay noches que quiero beber vino,
y tomo agua fría,
y no pasa nada en mí:
ni dejo de ser yo,
ni dejo de desear el vino,
ni beber agua fría
me aleja de mí.


Hay noches incautas de tanto hielo,
y de tanto suelo por debajo de mí,
un suelo absurdo para mis pies,
que nunca podrán atravesarlo todo,
como se conoce a las grandezas del amor,
solo para ser deseadas,
pero nunca para acariciarla todas juntas,
en un mismo abrazo.

Hay días sin ti, y días conmigo;
a la musa nunca la visito,
porque no me fío de los desconocidos.

No sé con más claridad el vacío,
que cuando paso de ti,
los caminos derriban las paredes,
los hogares consumen las casas,
soy del mundo un barullo,
y una basurilla seca que el viento lleva,
para terminar en flor,
solo cuando he pasado de ti. 

martes, 19 de noviembre de 2024

La ella que me mira

 


Foto propia. Octubre 2024. San José, Costa Rica

La ella que me mira


Me miras cazadora furtiva,
yo presa incauta,
me miras desde mi propio deseo,
yo quieta flor que aguarda.

No podemos tocarnos,
nunca,
ni bien besarnos,
ni mal odiarnos,
seremos mi deseo mirando por tus ojos,
y mi silencio apelando a tu mirada. 

Por el horizonte te vas

 


Foto propia. Costa Rica, Alajuela, vista desde el distrito de Naranjo


Por el horizonte te vas pasando

Cuando te veo así:
tan posible, tan cerca de mí:
te me figuras un horizonte,
un horizonte amplio,
repleto de lo que yo no soy,
un horizonte amplio de una acuarela 
en la que solo puedo ser parte
si dejo atrás todo lo que soy hoy.

Se me hace agua la boca,
de verte pasar,
siento músculos suspirando,
que hasta verte así: tan de cerca,
no sabía que servían para suspirar deseo.

Sos inmortal desde hoy,
la fecha en que te añoro,
con la advertencia puesta
en el decoro de saber
que debo dejarte ir embora,
para no perder ni mi castillo, 
ni mi trono.

viernes, 15 de noviembre de 2024

¡Va con el corazón a raya!

 

Foto propia. Un carajillo. Barrio Escalante.

¡Va con el corazón a raya!

Va la niña,
que se hizo mujer,
sin necesitarlo nunca,
sin pedirlo nunca,
sin saber los cómo, ni los por qué
de "ser una mujer" con el corazón a raya.

Va con el corazón a raya,
Ay corazón errante, ve 
y aprende que en las bahías solitarias
es donde se hunden calladamente los barcos más grandes,
como si fueran los instantes del querer
que han perdido las brújulas gigantes de la voluntad.

Va ella con el corazón a raya 
hecha una jungla aguerrida,
va por la vida como quien va por media montaña,
sin retroceder, sin mapas,
y va borrando las huellas viejas,
de los caminos que no llevaron a ninguna parte.

Pero tanta fuerza a qué la lleva
 ¿a dónde la lleva tener un corazón a raya...
de tanto que duele,
de tanto que hiere, el no saber la alquimia
para volver continuo al tiempo.

Con el corazón a raya,
de saber que el tiempo continuo,
no es el tiempo infinito 
y que el tiempo inmortal 
solo existe en los cuentos viejos.

El corazón lo lleva a raya 
porque el mensaje fue entregado 
y ahora lo sabe en la carne:
 una vida sea que llore, o cante,
siempre lleva un morirse al final, 
y será cualquier día, 
y sin altares preparados.

Camina con el corazón a raya,
para beberse el llano hecho río,
para secarse el dolor del ojo y
la rabia del hígado
con incendios indecisos 
pero cargados de la esperanza
de que el sinsentido será pasado,
si consigue llegar viva a mañana.

Llegar viva a esa playa de lajas plateadas de sol,
por la arena 
a esa playa de donde un día saldrá intacta,  
sin saber cómo era que había llegado allí,
un día que saldrá segura 
de que a los horrores vividos,
no regresarán a ella jamás, 
porque ella misma los ha dejado quemados en el bosque 
y borrados de cada huella.

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