Cuando tu piel llegue
Llegará tarde tu piel a mis manos,
porque la habré soñado tantas veces,
la habré acariciado de tantas maneras,
en los instantes que no estás.
La habré acariciado al abrir la puerta,
de la oficina donde esperas,
hasta que sean las 6 para irte a tu carro,
a tus sábanas tibias de llevar tanta piel
a solas.
La habré acariciado furtivamente,
en mi sobresalto mañanero,
cada que descubra que te soñé de nuevo.
Cuando tu piel pasee por mis manos,
aprenderás más de las exquisitas formas de tu cuerpo,
descubrirás finalmente,
que tus montes son lagos
esperando a llover tumultuosos,
y que en tu cuerpo no hubo espacio nunca
para la sequía.
Tu piel sabrá ser de mi mano,
tibia y escalofriada,
vendrá desde adentro a empaparme
la cara, como la lluvia mojándome toda
de madrugada.

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