Foto propia. Obsequio desde Holanda
Con sed y sin llanto
Cuando no estás venís
en todas las formas inaudibles...
cuando te has ido,
primero viene la sustancia de tu voz
... limpia sustancia intransigente, limpia de toda palabra
viene tu voz como una escala cromática de besos;
audible solo en este tiempo
de no tenerte.
en todas las formas inaudibles...
cuando te has ido,
primero viene la sustancia de tu voz
... limpia sustancia intransigente, limpia de toda palabra
viene tu voz como una escala cromática de besos;
audible solo en este tiempo
de no tenerte.
Cuando no puedo alcanzarte,
mis piernas te sienten intensamente,
te paseas por ellas como se siente la sal del mar...
que dejan las olas idas, las que al llegar te emocionan
y al irse te empapan, sí,
como hace el dolor con el llanto,
la emoción se sufre en seco,
y te deja mojado cuando ya estás tranquilo.
Cuando no puedo besarte,
te pienso, me entreno en distraerme del trabajo pesado
de saberte ausente.
Ahí estás en una sonrisa muda que recuerdo,
Ahí se me queda un silencio tejido entre las sienes,
entre vacíos y secretos míos.
Ahí me tienes oyendo canciones de amor y puliendo rimas inocuas
y maldiciendo lo que es esperarte
cuando bajo la escalera del edificio y no estás,
cuando veo a la paloma en la estatua del Presidente,
o cuando bebo café con Francisco en el bulevar histórico.
Ahí se me queda el tiempo y la vida y vos ausente.
Entonces se me apagan los versos,
Me distrae la golondrina que imagino sin conocer,
el frío de la Dinamarca que no he visitado
y los besos, besos, besos ...
perdidos en estos días que se nos fueron así:
estando de lejos.
Poemario
Poemas Cotidianos, 2019
Elena Tomillo A.

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