No soy yo, pero hay sequía
Cuando me dices que no soy yo,
y yo sé que soy solo un bosque tupido
de árboles secos,
de ríos moribundos,
que valientes en negarse a morir
Cuando me dices que no soy yo,
me despierto en una cama vacía de vos,
en la casa donde sé
que el huerto está enfermo.
Cuando me decís que no soy yo,
te entiendo perfectamente:
porque si algo te quiero,
no puedo ofrecerte a beber agua
que aun está turbia.
Ni quiero hacerte una cena de perdices muertas
Cuando me decís que no soy yo,
te aplaudo con todo mi derecho a estar triste,
delante de las desiciones tuyas
Cuando me decís que no soy yo,
te apoyo,
porque en esta fatídica sequía,
estamos de acuerdo en esto
no soy yo, ni sos vos, es la sequía.





