sábado, 26 de abril de 2025

No soy yo, pero hay sequía

Costa Rica. Guanacaste. Playa Potrero.2025


No soy yo, pero hay sequía


Cuando me dices que no soy yo,
y yo sé que soy solo un bosque tupido
de árboles secos,
de ríos moribundos,
que valientes en negarse a morir 
se han convertido casi todos en arroyos flacos.

Cuando me dices que no soy yo,
me despierto en una cama vacía de vos,
en la casa donde sé
que el huerto está enfermo.

Cuando me decís que no soy yo,
te entiendo perfectamente:
porque si algo te quiero,
no puedo ofrecerte a beber agua
que aun está turbia.
Ni quiero hacerte una cena de perdices muertas 
por el miedo de ser cazadas u olvidadas.

Cuando me decís que no soy yo,
te aplaudo con todo mi derecho a estar triste,
delante de las desiciones tuyas
valientes y ciertas.

Cuando me decís que no soy yo,
te apoyo,
porque en esta fatídica sequía,
estamos de acuerdo en esto
no soy yo, ni sos vos, es la sequía.

Poemas 2019. Elena Tomillo A.

sábado, 29 de marzo de 2025

Para mis biógrafos

 

Una noche en España. Foto propia.


Para mis biógrafos


Búsquenla a ella,

por debajo de mis letras

la encontrarán sin punto final,

porque ella no acaba.


Búsquenla a ella,

en alguna nota que nadie vio,

para que su privacidad,

se mantenga intacta.


Búsquenla a ella,

atrás de mis notas y lejos de mis distracciones,

qué la vida en ella

siempre fue una cosa muy seria.


Búsquenla a ella,

dónde no hay guión, ni sangría,

porque ella sabe ser tinta húmeda,

más que llanto, más que herejía...


Si la encuentran a ella,

no le hagan preguntas,

déjenla tranquila,

obsérvenla, como sin mirarla,

como cuando se siente el sol al alba

bañando todos los rincones de luz

frente a la cabaña,

solo obsérvenla así: como si fuera de esa luz que no se ve con los ojos,

pero se saborea desde el alma.

domingo, 16 de marzo de 2025

¡Cómo hace frío de verte!

Foto propia. Playa Potrero. Guanacaste Costa Rica

Hace frío de verte ir tan de lejos

Hace un frío
de los peores,
un frío de invierno,
inviernos que son inciertos,
inviernos que empujan la puerta
como si los adioses fueran eternos,
cuyas ventiscas pasan,
por el techo hondo,
de saberme, de vos, 
completamente lejos.

Verte tan lejos es no alcanzar
a besar tu beso,
en la mejilla clara, 
y sin aliento.

Verte tan lejos es no llegar
a posar mis dedos exploradores: 
por los caminos que otrora
yo dejé por tu espalda abiertos.

Verte tan lejos es la nada:
la nada de un abrazo que no me abraza,
de un ronquido que ya no escucho,
en el enorme vacío de mi cuarto 
hecho un tiempo que duerme
bajo la manta de tu ausencia.

Lejos es cuando pasa el tiempo,
lejos es ya no verte mañana
pasar de lado,
ni poder pensar en
enviarte en un mensaje de texto que diga te quiero,
lejos es que ahora...
con el dolor de mi alma callada:
te me hayas muerto.

Lejos es saber
que cuando quiero abrazarte,
con mis brazos 
ya no llego.

Lejos es conocer la verdad
de que tu voz sincera: oírla no puedo,
ni a tu piel tibia
hecha bendición de besos
aunque, mucho lo quiera,
a vos ya no llego.
¿A dónde se fue,
el lugar de nuestro encuentro?

Lejos es que te me fuiste del cuerpo,
más temprano que lo que daba yo por cierto,
pero me dejaste toda llenita de un 
"te deseo".

viernes, 14 de marzo de 2025

Deseo estrecho, noche larga



Foto propia. Pluma caída de Miguel, perico rescatado.


Deseo estrecho en noche larga


Mi saliva se siente viva,
de tanto tragarse a puños,
mirándote, y cae, y moja
camino a mi pecho.

Me toca observarte de reojo,
con el perdón ajeno, y el engaño propio:
que no me da permiso
de saber nada tuyo,
pero conocí tu nombre.

Conocí tu nombre entre la multitud muda,
vi inundar la luz con el color de tu voz,
salpicando inocua por mis manos curiosas,
de tocarte la voz por los poros,
húmedos ya,
de tantas reservas secas.

Tocarte, como sería tocar deidades innombrables,
con la piel hecha de besos y lágrimas
corriendo por todos los tiempos del deseo,
creadora tu piel, sería en mis manos,
del mundo todo: déjala caer aquí.

Aquí en los latifundios de mi soledad,
por donde brilla una estrella
desde hace varias noches,
inundada con el color de tu voz 
que chorrea silbidos,
los chorrea todos 
por mis sábanas secas,
que con los ríos de tu piel serían rutas
de incansables mareas.

Mi saliva se siente viva,
delante tuyo, que ni me miras,
y el color derramado palpita,
con la fuerza de una alma molida,
que no se rinde jamás,
quizá pueda vivir yo en otros tiempos:
cuando mi boca te diga el nombre,
y me regales con tus besos,
por lo menos, una estadía pasajera.

2019

jueves, 13 de marzo de 2025

Imperdible

Foto propia. Atardecer. Playa Potrero. Guanacaste


Foto propia. Atardecer. Playa Potrero. Guanacaste

"No recordaba lo mucho 
 que era capaz de sentir 
 hasta que volví a verte" 
Lo oí en alguna serie en Netflix

Imperdible

¿Quién se pierde 
del mar, 
teniéndolo de frente?

¿Quién deja de sentir la arena 
y la sal, 
 con solo darle la espalda al mar? 

¿Quién puede dejar de respirar el frescor 
 de sus olas, 
 con solo cerrar los ojos frente al mar? 

Así de imposible es perderte a vos, 
sacarte de por entre todos mis sentidos,
después de revolver tu piel, y la mía, 
después de que se perdiera tu camino 
por las costas agitadas de mis suspiros. 

 Imperdible es esto que nos ha pasado, 
 por los labios... por la respiración...
 por los secretos mejor guardados...
 y las dudas separadas 
de cada encuentro juguetón 
de nuestros cuerpos. 

Seremos imperdibles, 
como el águila no sabe 
perder al horizonte, 
ni las flores se pierden 
de la primavera, 
ni las hojas al otoño.

2018

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