Cactus. San José, Moravia. Foto propia
No me dejes sola
No me abandones a la soledad
de tu silencio hoy:
no me dejes sola,
sin decirme los cómo
y los cuándos,
no me importan los quienes,
ni los por qué.
No me ahuyentes del nosotras,
con una mirada callada,
de esas que bien sabes,
han sido siempre mi flor,
y mi llanto.
No me dejes sola en esta noche fría,
de arrebatarme los mapas,
y heredarme solo los lamentos.
Mirame de frente como quien ve al cielo,
como quien no oculta nada,
como quien no tiene miedo.
Mirame de frente, como todas las
veces que te dije te quiero,
y hablame con franqueza,
de las inclemencias de este tiempo,
de los huracanes de gemidos
que no han vuelto,
de las lágrimas cariñosas
de esas que bien sabes,
han sido siempre mi flor,
y mi llanto.
No me dejes sola en esta noche fría,
de arrebatarme los mapas,
y heredarme solo los lamentos.
Mirame de frente como quien ve al cielo,
como quien no oculta nada,
como quien no tiene miedo.
Mirame de frente, como todas las
veces que te dije te quiero,
y hablame con franqueza,
de las inclemencias de este tiempo,
de los huracanes de gemidos
que no han vuelto,
de las lágrimas cariñosas
que se han secado,
de los ríos caudalosos de lamentos,
que nos han llenado
de los ríos caudalosos de lamentos,
que nos han llenado
el ritmo de este tiempo.
No te pongas tu chaqueta azul,
para darme la espalda,
hazme una disección pronto y
No te pongas tu chaqueta azul,
para darme la espalda,
hazme una disección pronto y
dime sin miedo
lo qué pasa,
hazme una disección pronto y
lo qué pasa,
hazme una disección pronto y
dime si ahora
apartas mi cuerpo de tus pasiones,
separas mi aliento de tus besos,
me arrebatas la piel de tus caricias...
apartas mi cuerpo de tus pasiones,
separas mi aliento de tus besos,
me arrebatas la piel de tus caricias...
¿Por qué te tardas en decirme las causas?
Cuando todo el dolor ya es lodo tirado en mí.
Todo ya ha ocurrido, pero decilo vos:
y no temas preguntarme por qué me quedo
¡pregunta!
para poder decirte yo,
para poder decirte yo,
y así actuar como si estos dos monólogos
fueran fueran un diálogo roto
sostenido por fierros viejos...
sostenido por fierros viejos...
Pregunta ahora para decirte
que soy apenas un corazón,
que por vos ha ofrendado al cuerpo,
sin entender que no quedan abrazos,
que soy apenas un corazón,
que por vos ha ofrendado al cuerpo,
sin entender que no quedan abrazos,
cuando el otro ha perdido el fuero.
